Ella piensa que le ofreceré un ascenso como gerente, pero tengo otra clase de ascenso en mente.
Cuando me ofrecen un ascenso especial con incremento en la paga que podría saldar mis deudas, no lo pienso dos veces antes de aceptarlo. Ser la asistente personal de un billonario no puede ser tan difícil, ¿o sí?
Excepto que mi jefe no solo espera que le prepare café. Ignorando mi antecedente religioso, es como si cada día fuera un juego para ver que tanto puede presionar mis límites antes de que renuncie.
Y a pesar de mí decisión de permanecer pura, comienzo a ceder.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario